Aunque el Manchester City le ha puesto sobre la mesa una propuesta económica que le equipararía a Mbappé como el futbolista mejor pagado del planeta, Erling Haaland no está dispuesto a renunciar a su cláusula liberatoria que le permite salir del club citizen en 2024 por 200 millones. De esta manera, el delantero noruego será el dueño de su destino y podrá repetir lo que hizo en su día en Salzburgo o Borussia Dortmund.
Haaland sólo puso una condición antes de aceptar la oferta del Manchester City para salir del Borussia Dortmund: tener fijada en su contrato una cláusula liberatoria a partir de la segunda temporada, tal como hizo en su día tanto en el Red Bull Salzburgo como en el propio Dortmund. La negociación no fue fácil pero el noruego consiguió que el City le pusiera un precio de 200 millones para junio de 2024 y 175 millones para el año siguiente. Eso sí, la cláusula no tiene validez para clubes de la Premier.
Ni falta que le hacía, porque Haaland tenía (y tiene) muy claro que el siguiente paso en su carrera está fuera de Inglaterra, posiblemente en España, donde el Real Madrid y el Barcelona, cada uno a su estilo y con sus posibilidades, le abrirían las puertas con los brazos abiertos. El Manchester City lo sabe y por eso le ha puesto sobre la mesa una mejora y ampliación de contrato que le equipararía a Mbappé.
El plan de Haaland
El club citizen está dispuesto a que Haaland pase de los 50 millones brutos (incluidos bonus) que gana ahora a una cifra entre los 85 y 90 millones por temporada, el mismo sueldo que gana Mbappé en el PSG. Eso sí, debería renunciar a su cláusula liberatoria o, por lo menos, multiplicarla por tres para ahuyentar a sus pretendientes, que los tendrá.
Tal como reveló el padre del jugador en el documental sobre su hijo, la intención de Haaland es probar en varias de las grandes ligas europeas y, terminada su etapa en la Bundesliga y en la Premier, el deseo del noruego sería jugar en España, donde ya tiene casa en Marbella. Eso no será viable hasta 2024, pero para entonces quién sabe si el goleador que puede batir todos los récords no está ya con la mente en blanco.
